Adoptó la Patagonia como su “lugar en el mundo”. Vivió en Esquel y luego en la costa Chubutense. Fue uno de los pintores más representativos de la provincia. Por su obra obtuvo premios nacionales e internacionales.
Foto Chubut Manía
La palabra de Miguel Ángel Guereña traspasó los límites, transgredió igual que su obra.
Guereña nació en La Plata en 1931. Repartió telegramas, fue cartero, también telegrafista y así se pagó su carrera de bellas artes en la Universidad Nacional de La Plata.
Llegó a Esquel a comienzos del año 60, lugar donde tenía un taller de pintor de letras. Pintaba paredes con carteles de supermercados, carnicerías. Un día, mientras pintaba el cartel promocionando un vino, bajó una mujer de un auto. Y le ofreció hacer horas cátedra como profesor en la Escuela de Artes. Aceptó. Pero después vino lo peor. Hubo un concurso para vicerector y lo ganó. Los que perdieron no se lo perdonaron. Empezaron a perseguirlo, a sembrar odio sobre el hasta lo denunciaron por comunista. Y no pararon hasta echarlo del cargo.
Abrazó el arte, como el camino a la libertad y realizó viajes de estudio por Francia, Italia y México (donde tomó contacto con los próceres del muralismo).
Ha sido galardonado con numerosos premios entre los que se destacan la mención honorífica especial del 35 Salón de Arte Regional de Bahía Blanca del año 1965; el primer premio de pintura en la Primera Semana de las Artes del Chubut, en Trelew, 1967; el Primer premio de pintura del Primer Certamen de Pintura Provincial del Chubut de 1970; y el Gran Premio de Honor de Pintura del Chubut en el Salón Provincial de Artes Plásticas de 1987.
En los años 70 llevó a cabo en México varias exposiciones (Museo de Arte Moderno de Morelia, Alianza Francesa de México DF y la Casa del Arte de Puebla), y también en La Habana, Cuba, con el grupo Meseta, del cual fue fundador en 1997.
Parte de su obra se encuentra en numerosos museos, galerías, centros culturales y direcciones de cultura del país y del exterior, y en importantes colecciones privadas tanto de Argentina como de distintos ámbitos internacionales (Francia, Italia, Israel, Brasil, México, Uruguay, Costa Rica y Cuba).
Ejerció con intensidad el periodismo, sobre todo la crónica, y fue ilustrador en varios periódicos y editoriales de Argentina y de México.
Es autor de dos libros “Guereña por Guereña”, Notas Autobiográficas, Catálogo General (2003) y de “El punto, la línea y otras yerbas” estudios didácticos, investigaciones, bocetos gráficos generales (2008).
Foto Diario Jornada
La obra de Miguel Ángel Guereña es inmensa; se desarrolla en el campo del dibujo y la pintura principalmente, abordando infinidad de temas que van de la abstracción a la figuración. El paisaje, los objetos o cualquiera de los infinitos rincones que plasma con su paleta, son pretextos para el desarrollo principal de su obra, la que tiene como eje definitivo al hombre y sus circunstancias.
Opina que las artes plásticas otorgan al ser humano “la posibilidad de escribir con el óleo, con la tela, lo que el poeta hace para su expresión con otros medios. Hay una necesidad casi biológica de plasmar una idea, un concepto, una vivencia; el poeta escribe, el pintor dibuja y pinta, y el músico lógicamente hace su música. Sus expresiones son tan vitales que le son necesarias para vivir. Estamos, como seres humanos, frente a una necesidad de expresión que nos acompaña desde siempre.”
De ejecución rápida y segura, la maestría de Guereña resume y nos presenta, en muchos de sus lienzos, varias décadas de la historia nacional y regional. La síntesis expresiva en cada uno de sus trabajos, sus dinámicas composiciones y el uso particular de los colores en paletas que van de altas luminosidades a bajos monocromos, presentan a un autor que sin desparpajos habla del mundo que lo contuvo y del cual se valió para narrar sus historias, y que se dedica, como el mismo dice, “a la investigación y al estudio permanente, [pues] uno no puede pensar equivocadamente que ya llegó. Siempre se está comenzando, siempre hay que investigar, confrontar, estar informado, porque hay que fortalecer no sólo el espíritu sino el sentido de la investigación, en la disciplina que estés. Siempre estamos comenzando porque el aprendizaje nunca termina…”
Emparentado con esta constante búsqueda, su trabajo como docente dentro de este campo, además, lo ha colocado en situación de artífice y descubridor de grandes talentos que hoy realizan una obra contundente en el campo de las artes plásticas del Chubut.
Fuentes
http://diariojornada.com.ar/82966/Sociedad/Guerea_de_punta_a_punta_
http://www.remitentepatagonia.com.ar/index.php/es/plastica/pintura/106-miguel-angel-guerena